Las ciudades suizas viven con entusiasmo la Navidad. En
todas las poblaciones aparece el tradicional mercadillo donde se pueden comprar toda clase
de productos navideños o comer algún que otro plato típico. La Nochebuena se reserva
para la familia. La última noche del año tiene un carácter más amistoso que la
familiar Nochebuena. Lo más normal es salir después de la cena a alguna fiesta. Los
suizos celebran la llegada de Año Nuevo con una artillería de fuegos artificiales que
llega a reunir multitudes y, en ocasiones, duran hasta casi 40 minutos.
El 6 de diciembre es el día de San Nicolao, a quien le acompaña su ayudante Schmuzli,
que en alemán quiere decir «el que ríe por dentro». Los dos visitan a los niños y
comprueban en su cuaderno que se han portado bien. Si es así, les dan unas bolsitas con
dátiles, nueces, mandarinas, higos y chocolate. |